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El viacrucis economico - social del socialismo (todos) bolivariano; una tragedia de 11 años.

Durante más de 11 años, el país ha sido sometido un proceso continuo y sistémico de destrucción, de instituciones democráticas, del mercado, de la empresa privada, del capital humano, de las libertades individuales, de los derechos de propiedad, en otras palabras del capitalismo.

Ese proceso de destrucción, que en la práctica se expresa como un viacrucis de ruina, trae en sus entrañas, aunque promulgado en leyes, decretos y jurisprudencia en el Tribunal Supremo de Justicia.

Es el esquema autoritario en lo económico y en lo político del socialismo, del único socialismo, independiente de la propaganda que lo adorne, -el venezolano es bolivariano del siglo XXI- el que destruye la propiedad privada y sus derechos, y el que ha sido signado por la historia como un marco socioeconómico de ruina económica y social, de individuos dependientes no se voluntad y riqueza

personal sino del Estado, dueño absoluto de los mecanismos de generar riqueza.

Así se crean individuos dependientes sobre todo de las prerrogativas y privilegios de una casta social -nomenclatura- compuesta por las agrupaciones políticas y mercantiles que controlan el poder.

La revolución es su leí motiv, es el mecanismo mediante el cual, esos grupos de intereses, políticos y mercantiles detentan el poder sobre las instituciones y la vida de los ciudadanos.

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lunes, 3 de mayo de 2010

PORQUE EL DIOALR PARALELO NO DEJA DE SUBIR ?

PORQUE EL DÓLAR “PARALELO” NO PARA DE SUBIR:
EL BOLIVAR NO VALE NADA

Alexander Guerrero E (*)



La gente no quiere bolívares, quiere dólares.


Hace dos años, el Presidente Chávez en una de sus acostumbradas poses de operador de birlibirloque, de vendedor de fantasías, apuro un proceso de indexación del bolívar, -eliminarle ceros a la moneda- que el llamo pomposamente reforma monetaria. En la Ley aprobada por su encargo, le quitaron al bolívar tres ceros (dividieron por mil), y le cambiaron el nombre por la fanfarronada de Bolívar Fuerte. Es decir desde allí hacia adelante en el futuro el bolívar seria “fuerte”. Pues han pasado más de dos años de ese evento, y el bolívar ha perdido en poder de compra más del 50%!!!.
Lo más curioso es que el gobernante piensa que la gente se comió el truco de que al quitarle tres ceros, el bolívar valía mas. Lo cierto es que la gente sigue hablando de miles y millones, una clara demostración que la gente no aceptó la mamadera de gallo esa de Bolívar Fuerte. En aquella oportunidad el dólar permuta se adquiría por 4 bolívares, ahora se compra por casi el doble!! Que fenómeno económico y político subyace esa realidad ?. En el paralelo el dólar permuta vale casi el doble y en el mercado del bolívar este compra menos de la mitad de lo que compraba el día que le quitaron tres ceros. Nada mágico ni esotérico, ha pasado, el gobierno decidió acabar con el bolívar y la gente se aprendió la lección.


La defenestración de la propiedad privada y un riesgo revolucionario muy caro.


Como definir el riesgo revolucionario (riesgo político) ?. Corrupción; carencia de controlabilidad en manejo de las finanzas públicas (el dinero de todos); opacidad y tensiones políticas en las toma de decisiones financieras y económicas; el "acaboses" del BCV y su conversión en banco de desarrollo para financiar el gasto público(léase déficit fiscal); el casino especulador de las finanzas públicas y una intervención del BCV en el mercado del dólar que fortalece la presión en alza del dólar permuta o paralelo, y si objetivos monetarios definidos antiinflacionarios, que no sean facilitar la expansión del gasto público y prestarle dinero “inorgánico” al gobierno; la actividad especulativa de las instituciones financieras públicas en el mercado “paralelo” para obtener más bolívares por cada dólar que los que obtendrían vendiéndolo al BCV; el voraz endeudamiento público que acelera las previsibles dificultades de pagos en el futuro cercano, y que asoma una colosal reestructuración de la deuda pública (que técnicamente es un default) que va atado a la ya insoportables dificultades de caja del tesoro nacional; y finalmente la creciente presión inflacionaria y escasez, que tolo lo mencionado arriba provoca.
A todo ello hay que agregar las expropiaciones sin libreto constitucional que reflejan un totalitarismo económico por parte del gobierno, la destrucción del marco jurídico que no defiende ya la propiedad privada y la descapitalización, fenómenos económicos que constituyen parte de la agenda de políticas públicas del gobierno. Todo ello hace, por supuesto que los venezolanos, -y sus empresas- no deseen demandar o tener bolívares porque el enorme riesgo de que la inflación y la revolución lo acaben, lo vuelva sal y arena. Colóquense estos causales y penosas consecuencias que hoy nos muestra el dólar permuta o paralelo, de un país que se hunde en una colosal contracción económica, producida únicamente por un gobierno que acaba a velocidad con las libertades económicas, y eventualmente las civiles. En estas condiciones, el marcador de un dólar permuta que supera en más de tres veces el precio del dólar CADIVI, sigue siendo la única cosa “barata” en Venezuela.



Como pagar ese riesgo: el dólar permuta, muestra la elevada percepción de riesgo.
La única “salida” para detener el ritmo de pobreza revolucionaria –del modelo cubano en desarrollo- es adquirir divisas en el mercado permuta o paralelo. Así el arbitraje en ese mercado debe soportar toda esa inmensa carga de riesgo envuelto en los factores causales mencionados arriba, por ello, los diferenciales son brutales, entre el dólar permuta y el dólar oficial un diferencial del 300%, entre el dólar “BCV” y el permuta casi 175%. Pero como los beneficiarios de los dólares a 2.60 son esencialmente empresas públicas, es evidente que la enorme demanda por el dólar no puede tampoco ser compensada ni por los dólares entregados e empresas publicas a 2.60 bolívares ni por las migajas de dólares a 4.*5 vendidos en bonos por el BCV.



El gobierno apunta a que el mercado permuta destruya el poder de comprar del bolívar: una manera de acabar con el capitalismo (Lenin)


Redecoremos que esa bizarro régimen cambiario, de un dólar oficial sobrevaluado para abaratar los dólares que demanda el sector público, y un dólar paralelo elevadamente subvaluado para encarecer los dólares al sector privado, fue establecido por el gobierno por ley exigida a la Asamblea Nacional, la Ley del régimen cambiario es muy clara en ese respecto. De manera que el comportamiento depredador del Estado a través de ese mercado, viene impuesto por ley, por si alguien allí en la calle no se ha percatado aun.
El mercado cambiario en un país depende de muchos factores, pero para simplificar sin que se menoscabe en el análisis y en la verdad, el precio del dólar, tanto en el controlado (CADIVI o el que arbitra el BCV –bonos cambiarios) depende si hay dólares y de cuanto es la demanda. Muy sencillo, si no hay dólar el precio sube, así haya controles, como el precio de la carne, de la elche, y el pan, (que al ritmo de escribir esta nota probablemente Fuerte Tiuna esté lleno de carniceros, lecheros, empanaderos, y verduleros) que si no hay oferta suficiente, sus precios suben, inevitable, como el día o la noche.



Los diferenciales cambiarios constituyen una profecía auto cumplida del propio gobierno


Los controles del gobierno no detienen esa realidad, tampoco lo hará el Fuerte Tiuna, por el contrario, la pervierte y distorsionan, el refuljo claro de eso lo constituyen los precios relativos totalmente pervertidos por el “régimen cambiario” bizarro del socialismo, pero además los subsidios, la corrupción en CADIVI y en las instituciones financieras del Estado muy activas en el mercado paralelo.
Así vemos a diario, que el precio del dólar en el mercado “permuta” o paralelo, crece en tendencia firme, ayudado aparentemente por la intervención del BCV emitiendo bonos cambiarios en magnitudes muy pequeñas que reflejan claramente en el mercado que no todo lo que se reporta en reservas internacionales es liquido, es decir, no todo lo que brilla allí es oro, mostrando así que junto a las dificultades fiscales y de caja del gobierno, también hay serias dificultades en la balanza de pagos –reservas internacionales. Acotemos que CADIVI está ofertando divisas a 2.60 bolívares por dólar esencialmente para las empresas del Estado y el propio gobierno, convertido hoy en empresario a la fuerza. Recordemos que la demanda por divisas se ha igualmente frenado porque la economía se hunde una contracción económica inédita.
(*) Economista, PhD (London)


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